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Ontario admite que en los últimos 10 años nada ha podido reducir la brecha entre hombres y mujeres en materia de salarios.
Para contrarrestar eso, la provincia anunció este martes una nueva legislación.
La llamada “ley de transparencia de pago” buscará reducir la desigualdad que se presenta en esta región canadiense en cuanto a los salarios. En la actualidad, según las autoridades, una mujer gana 30% menos que un hombre por el mismo trabajo.
Para lograr los objetivos, el gobierno provincial invertirá $50 millones durante los próximos tres años, para ir introduciendo varias medidas, comenzando por los trabajos en la función pública.
Una vez sea aprobada esta ley en el parlamento de Ontario, las empresas del Estado tendrán que incluir el rango de salario ofrecido en las publicidades de cada cargo. También se prohibirá preguntar a un potencial trabajador sobre su salario previo, y se prohibirá tomar medidas disciplinarias en contra de trabajadores que discutan o revelen sus salarios.
El proyecto de ley también plantea crear un sistema para que las grandes empresas puedan tener estadísticas actualizadas sobre la brecha entre hombres y mujeres en cuanto a salario. Esta base de datos se irá actualizando con los datos que las propias empresas tendrán que revelar continuamente.
Estas medidas se aplicarán en principio a todos los organismos públicos, que hacen parte del Estado. Luego esperan aplicarla a empresas con más de 500 trabajadores y finalmente extenderla a las compañías con más de 250 empleados.
“Han pasado 30 años desde que Ontario introdujo por primera vez una legislación sobre la igualdad de salarios, pero todavía trabajamos por cerrar la brecha”, señaló la primera ministra de Ontario, Kathleen Wynne. “Sabemos que muchas mujeres todavía enfrentan barreras sistemáticas en su evolución económica”.
Según las cifras del gobierno, el cerrar la brecha de salarios entre hombres y mujeres podría hacer que $60 millardos más se sumen al PIB de Ontario durante la próxima década. La legislación presentada está inspirada en documentos similares que se han introducido en países como el Reino Unido y Australia.
