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¿Qué es ser madre?
Ser madre es una función social que implica mucho más que cuidar a alguien; es estar dispuesta a prestar tu cuerpo para que otro viva, y a partir de tan semejante proeza soltarlo al mundo para que vuele con sus alas. Es practicar desde el inicio el desapego emocional porque es saber que ese fruto propio que alberga tu vientre no es tuyo sino de la vida misma. Ser madre es estar dispuesta a soltar, a dar, a perdonar, a volver a dar, hasta quedar sin nada y volver a hacerlo… para que la vida que está creciendo y desarrollándose alcance las herramientas necesarias para vivir. Es de suma importancia para la formación psicológica de los niños; porque la madre es la primera relación que tenemos con otro ser diferente a nosotros mismos. Nos formamos a partir de nuestras madres, no sólo recibimos su genética, sino que incluso, a través del líquido amniótico sentimos sus emociones. Todo esto nos lleva a los hijos a acabar siendo compañeros íntimos de ellas, las madres. Tal vez sea por esta inigualable unión que a veces las relaciones con mamá son ambiguas; de enojos y amor; de encuentros y silencios.
Quién puede ser madre:
Una madre no necesita haber parido para serlo, porque el rol maternal es el rol de enseñar a amar y a amarnos unos a otros. Una madre da ejemplo para el que camina unos pasos atrás nuestro, ella mira por las vidas de quienes dependen de ella, y procura protegerlos de todo mal. Mamá es la que amasa pasteles, tiende la ropa, nos salva de los pleitos y pone el pellejo por nosotros. Pero también es una mujer que ama, que busca su lugar en el mundo más allá del hogar, que tiene sueños, amores, dolores. Y logra realizar todas estas hazañas, aun siendo un ser humano que comete errores y equívocos.
Nuestra responsabilidad de hijos:
Cómo hijos deberíamos quitarle el paquete de superheroína, porque le demandamos más de lo que otra persona podría darnos. Quizás poder ver a mami como una persona humana, con sus aciertos y desaciertos, perfecciones e imperfecciones, pueda llegar a ser el mejor de todos los regalos que podamos ofrecerle cada día. Porque sería aceptarla tal cual es: diferente, legítima, y autónoma, un ser maravilloso que ha elegido entregar parte de su bagaje experiencial en pos de un mundo mejor, criando personas para que vivan en ese mundo. ¿Te das cuenta del valor que tienen las madres con su profesión de crear hombres y mujeres de bien? ¿Y, te das cuenta de la importancia de su amor y entrega en el bienestar del planeta? Ser madre es maravilloso, y tenerla aún más.
