Cómo preparar una pomada de romero para aliviar el dolor muscular
Cómo preparar una pomada de romero para aliviar el dolor muscular. El dolor muscular a menudo está muy relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular por el ejercicio o el esfuerzo físico.
El dolor muscular puede involucrar un área pequeña o todo el cuerpo, e ir desde leve hasta insoportable, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
También explicó que si bien en la mayoría de los casos, los dolores musculares desaparecen por sí solos en un período breve, en ocasiones pueden permanecer durante meses.
Asimismo, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló que las causas más comunes de malestares y dolores musculares son:
- Lesión o trauma, incluso esguinces y distensión muscular.
- Sobrecarga: usar demasiado el músculo, muy rápido, sin calentamiento o con excesiva frecuencial
- Tensión o estrés.
- Algunos medicamentos, como los IECA para bajar la presión arterial, cocaína y estatinas para disminuir el colesterol.
- Dermatomiositis.
- Desequilibrios electrolíticos como en el caso de muy poco potasio o calcio.
- Fibromialgia.
- Infecciones como influenza (la gripe), enfermedad de Lyme, malaria, absceso en el músculo, polio, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, triquinosis (áscaris).
- Lupus.
- Polimialgia reumática.
- Polimiositis.
- Rabdomiólisis.
Por ello, el portal CocinaVital reveló una pomada para aliviar los dolores y para prepararla se deben mezclar seis cucharadas de vaselina sin aroma con una cucharada de aceite de eucalipto y dos cucharadas de romero molido. Después, se debe dejar reposar la mezcla por 24 horas para finalmente aplicarla en la zona adolorida.
Sobre la misma línea, la biblioteca, indicó que cuando se presenta dolor muscular por sobrecarga o lesión, se debe descansar la parte afectada del cuerpo y aplicar hielo dentro de las primeras 24 a 72 horas posteriores a la lesión para reducir la inflamación y el dolor. Después de esto, la aplicación de calor a menudo se siente que ofrece más alivio.
Además, los dolores musculares producto de sobrecarga y fibromialgia suelen responder bien a los masajes y los ejercicios de estiramiento suaves después de un período de descanso largo también son útiles.
Asimismo, es importante dormir bien y tratar de reducir el estrés. El yoga y la meditación son excelentes formas para ayudar a dormir y relajarse.
Otra manera de aliviar el dolor es aumentando el consumo de potasio, ya que, según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el organismo necesita potasio para casi todo su funcionamiento, incluso para el buen desempeño de los riñones y el corazón, la contracción muscular y la transmisión nerviosa. Por eso, es fundamental saber que este mineral se encuentra en muchos alimentos.
De igual forma, el portal Mejor con Salud explicó que tomar una infusión de valeriana puede ayudar con el dolor, pues es una planta cuya raíz contiene aceites esenciales con efectos sedantes y relajantes, que ayudan a reducir el nerviosismo y la agitación. No obstante, como con cualquier otra planta medicinal, se pueden presentar efectos secundarios, como dolor de cabeza, mareos, molestias estomacales e incluso insomnio.
Otra recomendación es utilizar aceite de lavanda, ya que tiene propiedades relajantes, calmantes, antiespasmódicas, analgésicas y antidepresivas. Para utilizarlo, solo se debe aplicar el aceite en la zona afectada y realizar masajes suaves hasta que la piel absorba la sustancia.
No obstante, hay que consultar a un experto de la salud si el dolor muscular persiste por más de tres días; si hay un dolor muscular intenso e inexplicable; si se presenta cualquier signo de infección, como hinchazón o enrojecimiento, alrededor del músculo sensible; si se presenta circulación deficiente en la zona donde están los dolores musculares (por ejemplo, en las piernas); si se tiene una picadura de garrapata o una erupción, o si el dolor muscular ha estado asociado con el comienzo o el cambio de dosis de un medicamento, como una estatina.