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Desde la revolución francesa al discurso de Madonna…
En el Día Internacional de la Mujer o Día de la mujer trabajadora (podría irme más atrás en el tiempo sin duda alguna…) la mujer ha tenido una paciencia incalculable, infinita… una capacidad de lucha, de compasión, de amor, de superación que solo ella por su condición de mujer, puede tener.
Hoy como bien sabréis, se celebra el Día Internacional de la Mujero Día de la Mujer Trabajadora, y en este post, quiero contaros mi “humilde y masculino” punto de vista.
No solo debería existir un Día Internacional de la Mujer, sino que todos los días deberíamos besar – tanto hombres como mujeres- el suelo por donde ellas pisan (caben excepciones como siempre, pues no dejan de ser parte de la raza humana).
Haciendo historia…
Es 1798 y la triunfante Revolución Francesa propaga la idea de igualdad natural de los seres humanos («Liberté, Egalité, Fraternité»), ¿recordáis? Esa misma gente tan avanzada negaba el acceso de las mujeres, (quienes representaban a aproximadamente el 50% de la población), a los derechos políticos, en realidad negaban su libertad y su igualdad en relación al resto de los individuos (los hombres).
Así Olympe de Gouges reivindica en su Declaración de igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, en el artículo primero “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos… “ Tanto es así que, al enfrentarse a Robespierre es acusada y juzgada por intrigas sediciosas y condenada a muerte en la guillotina.
Cada vez que una mujer hace oír su voz, el mundo debe temblar.
Y yo pienso esto, porque mi vida ha estado rodeada de mujeres, todas exitosas en todos sus campos de actuación, la primera mi madre, a quien adoro con locura. Todas ellas, «mis mujeres» con sus triunfos y fracasos son maravillosas. Cuantas veces he pensado (y seguro que alguien ya lo pensó antes) si el mundo estuviese gobernado por mujeres que diferente sería… nos iría mejor.
¿Pero se ha avanzado lo suficiente?
Si comparamos las reivindicaciones que se hacían en la Revolución Francesa (o antes) a las que el año pasado realizó Madonna y las que seguramente se realizarán a lo largo de esta semana en todo el mundo, creo que sin duda que se ha avanzado, sí… ¿Pero se ha avanzado lo suficiente?
Qué contradictorio ¿no?
La personificación de “la justicia” y de “la libertad” tienen forma de mujer (Estatua de la Libertad o Símbolos de la justica con las balanzas, etc…) Adoramos unos máximos ideales que reflejamos en cuerpo y rostro de mujer cuando a la mujer no la dejamos acceder a ellos y mucho menos disfrutarlos.
No tener la opción de elegir en tu vida, no es justo y desde luego NO te hace libre.
No entiendo que se defina una mujer “perfecta” por unas medidas corporales, por un color de pelo o de ojos o definir la valía de la mujer por si quiere ser madre en exclusiva, compaginadolo con su trabajo o definitivamente no ser madre. No lo entiendo…
No es justo que exista desigualdad salarial entre hombres y mujeres, que no haya paridad en cargos directivos, no es justo el maltrato, ni las víctimas de violencia doméstica. No es justo que haya asesinatos de mujeres, ni violaciones de niñas y mujeres, ni mutilación genital femenina.
¿Para qué sirven los días internacionales?
Según la Asamblea General de la ONU, los días internacionales sirven para “Sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes”.
Entonces …
Si Madonna declaró en los premios Billboard Women In Music 2017: que ha sido víctima de sexismo, misoginia (tanto de hombres como mujeres), bullying y abusos profesionales y sexuales (todo eso a una mujer híper exitosa, súper famosa y más que influyente en el mundo)… ¿Qué quedará para una mujer anónima en cualquier lugar del planeta?
Aún hay mucho – demasiado diría yo – por hacer, y el Día Internacional de la Mujer, en mi opinión, debería ser un reclamo constante y manifiesto en calles y ciudades enteras, por redes sociales, internet, movimientos que exijan la toma efectiva e inmediata de acciones y reconocimiento de derechos a las y los políticas/os del mundo y la sociedad en general. Y todos unidos, hombres y mujeres en pro de los derechos, igualdad y equidad de la mujer.
“Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”.
– En 2016, menos de la mitad de los países del mundo habían alcanzado la paridad de género en la educación primaria y secundaria (UNESCO)
– 35% de mujeres en el mundo han sido víctimas de violencia física y/o sexual (UN, 2015)
– Dos tercios de los 774 millones de personas analfabetas en el mundo son mujeres, proporción que no ha cambiado en dos décadas (UNESCO, 2015)
– Las mujeres representan sólo el 23,3% de los parlamentarios en todo el mundo (UIP, 2017)
– Las mujeres representan dos tercios de los ciudadanos más pobres del mundo (UNESCO 2014)
– Las mujeres tienen baja representación en disciplinas científicas y tecnológicas. Sólo el 29% de las investigadoras del mundo son mujeres (UNESCO, 2014)
(Datos aportados por la UNESCO – Tema central del día Internacional de la Mujer 2017)
¿Crees que el sexo débil está formado por un conjunto de mujeres, y el sexo fuerte por un conjunto de hombres?
Así lo define la RAE y de hecho existe una petición en change.org desde el año 2017, solicitándole desaparezcan esas definiciones .
Como todo en la vida, según donde te encuentres, tendrás unas necesidades u otras…
En muchos lugares del mundo, diariamente miles de mujeres luchan para abolir la mutilación genital femenina, para prohibir el matrimonio de niñas y adolescentes, para tener acceso a la educación, para poder votar, incluso viajar o conducir. Hay mujeres quienes siendo víctimas de abusos sexuales terminan en la cárcel, y otras son entregadas como parte de pago de una deuda. En otra parte del mismo mundo, miles de mujeres luchan igualmente por lograr puestos directivos, salarios igualitarios al de los hombres, incluso el acceso profesional a profesiones típicamente “de hombres”
