La pelea por el poder en Venezuela vive en el frente económico una de sus más encarnizadas batallas.
La precaria posición de Nicolás Maduro en el plano diplomático -con casi medio centenar de países que reconocen a Juan Guaidó como presidente interino- ha situado los activos de Venezuela en el exterior en el centro de la presión internacional.
«Es fundamental para el cese de la usurpación proteger nuestros activos«, le dice a BBC Mundo el diputado opositor Carlos Paparoni, que dirige la comisión de la Asamblea Nacional (Parlamento) dedicada a un elemento clave en la presión contra Maduro.
El llamado «cese de la usurpación» es la primera de las tres fases que repite como estrategia la oposición contra Maduro, al que no reconocen su triunfo en las elecciones presidenciales de mayo de 2018.
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Y dentro de esa estrategia de presión, Estados Unidos es clave.
Ya había impuesto sanciones contra Venezuela anteriormente, incluyendo castigos financieros y contra altos funcionarios, pero nunca hasta ahora había bloqueado a la «joya de la corona» de Venezuela: PDVSA y su filial en Estados Unidos, Citgo.
Y aunque Citgo pueda ser considerada clave en esta batalla, no es la única fuente de origen de los activos venezolanos en el extranjero que el gobierno de Maduro puede llegar a perder.
El tamaño de los activos de Venezuela en el exterior no se conoce, pero esto es lo que se sabe a partir de lo que han dicho autoridades de los países implicados y otras fuentes.
El lunes 28 de enero, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció que el gobierno de Donald Trump congelaría US$7.000 millones de activos venezolanos en el país y bloquearía los US$11.000 millones más en ingresos estimados de las ventas de petróleo durante el año siguiente.
Estos activos pertenecen a Citgo, que posee tres refinerías en Estados Unidos, una red nacional de oleoductos y más de 5.000 gasolineras en la costa este.
Estados Unidos quiere evitar que Maduro tenga acceso a los ingresos petroleros, casi los únicos de Venezuela, bloqueando todas las propiedades e intereses de PDVSA sujetos a su jurisdicción y prohibiendo a los ciudadanos estadounidenses participar en transacciones con ellos.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguró que Citgo podría continuar sus operaciones si sus ingresos se depositaran en una cuenta bloqueada en Estados Unidos.
El presidente venezolano acusó a Estados Unidos de «transitar el camino ilegal de robarle la empresa Citgo a Venezuela» y dijo que defenderá las riquezas de Venezuela ente los tribunales.
La presión financiera va más allá de Citgo y del papel de Estados Unidos y de su sistema financiero.
El diputado opositor Paparoni asegura que la oposición y los gobiernos afines a Guaidó tienen identificadas 30 cuentas del Estado en el extranjero con toda la información «de fondos, activos, firmas y transacciones» de las 70 repartidas en total en todo el mundo.
De ellas, «hemos ejecutado protección a unos US$3.200 millones en activos líquidos, en cuentas, y en inmuebles por unos US$8.000 millones», afirma Paparoni a BBC Mundo.
Pero las cuentas que se encuentran en Rusia, China o Turquía, aliados del gobierno de Maduro, son de difícil acceso para la oposición.
Cuentas en Estados Unidos
En un movimiento encaminado a poner aún más presión sobre Maduro y fortalecer a Guaidó, el portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, anunció también que Guaidó tiene autoridad sobre las cuentas venezolanas que están en el Banco de la Reserva Federal en Nueva York y otros bancos asegurados en Estados Unidos.
«Esta certificación ayudará al gobierno legítimo a salvaguardar esos activos para beneficio del pueblo venezolano», dijo Palladino.
La cantidad que Venezuela tiene en estas cuentas es desconocida y Estados Unidos no ha querido hacerla pública.
En una entrevista reciente con la BBC, Maduro dijo que Donald Trump había «secuestrado» US$10.000 millones en cuentas bancarias, aunque no especificó a qué cuentas se refería.
«Sería razonable que esto se mantenga en secreto», le dice a BBC Mundo Monica de Bolle, directora de Estudios Latinoamericanos y mercados emergentes en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.
«Dado que Venezuela tiene muchas deudas con China y Rusia, entre otros, una vez haya información los acreedores intentarán hacerse con ellos [los fondos]», asegura.
«Ahora, Guaidó conocerá la cantidad. No es información que solo Maduro y Estados Unidos tienen, sino también él«, dice DeBolle.
Aunque esto no significa necesariamente que el presidente «encargado» pueda realmente disponer de esos fondos.
Según Paparoni, la oposición y sus aliados se encuentran en una primera etapa: «Saber con cuánto contamos, cuánto logramos proteger».
El oro de Venezuela
En la entrevista con la BBC, Maduro mencionó también: «Hay otros miles de millones en oro en Londres que son nuestros, dinero con el que íbamos a comprar alimentos, medicinas e insumos».
«Que manden un convoy con los dólares y el oro que nos han robado. Con ese dinero, nosotros somos capaces de resolver los problemas de nuestro país», dijo, de hecho, cuando le preguntaron si ordenaría dispararle a un convoy con ayuda humanitaria.
Efectivamente, Venezuela posee oro alojado en el Banco de Inglaterra, tal y como confirmó el ministro de Estado para Europa y América del gobierno británico, Alan Duncan, a preguntas de un diputado en el Parlamento.
«¿Es mi honorable amigo consciente de que la primer carta enviada a un jefe de gobierno por parte del presidente interino Guaidó fue a la primera ministra, el 26 de enero, sobre el oro almacenado en nombre del banco central de Venezuela?», preguntó el diputado conservador Crispin Blunt.
«Confirmo que el Banco de Inglaterra tiene una cantidad significativa del oro venezolano según un contrato«, contestó Duncan.
El tema despertó interés en el país después de que el diario The Times reportara que el Banco de Inglaterra se había negado a entregar a Maduro al menos 14 toneladas de oro que su gobierno buscaba repatriar, valoradas en unos £420 millones (más de US$538).
La prensa británica también reportó que al menos un funcionario de Maduro se reunió con representantes del Banco de Inglaterra en diciembre para tratar el asunto.
Posteriormente, en un movimiento sorprendente reportado por Reuters pero sin confirmación oficial, Venezuela dobló esas reservas de oro hasta alcanzar una valoración de US$1.300, tras devolver a Deutsche Bank AG fondos que le había prestado a través de un acuerdo financiero que permite utilizar el oro como colateral.
Según Duncan, la decisión de qué hacer con ese oro corresponde al Banco de Inglaterra, no al gobierno.
«Tiene que tomar una decisión sobre esto, y sin duda cuando lo haga tendrá en cuenta que muchos países en todo el mundo están ahora cuestionando la legitimidad de Nicolás Maduro y reconociendo la de Juan Guaidó».
Depositar oro en el Banco de Inglaterra corresponde a una estrategia para «diversificar», le dice a BBC Mundo Temir Porras, profesor visitante en el Instituto de Estudios Políticos de París (SciencesPo), exasesor de política exterior del fallecido presidente Hugo Chávez y colaborador de Maduro cuando este era canciller.
«Venezuela debería poder hacer lo que quiera con ese oro«, afirma.
En el punto de mira de la oposición están las triangulaciones que hace Venezuela con el oro, con el que busca conseguir los fondos que deja de suministrarle su alicaída producción petrolera, sujeta además ahora a sanciones.
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Buena parte del oro llega ahora a Turquía, aliado de Maduro, a través de terceros países en el Caribe.
Y Estambul paga con el envío de alimentos y demás productos básicos que escasean en Venezuela. La oposición persigue que los bancos involucrados generen un cortocircuito en ese sistema.
Dinero «para medicinas»
Maduro también ha denunciado en repetidas ocasiones que el sistema de liquidación de activos Euroclear tiene «secuestrados» US$1.400 millones de dinero venezolano, destinados a «traer medicinas contra la diabetes, contra el cáncer«.
A preguntas de BBC Mundo, Euroclear se limitó a contestar que su «política es cumplir en su totalidad con las leyes aplicables y las regulaciones» y que «consistentemente toma las acciones necesarias al respecto».
Según Maduro, Portugal también ha congelado «más de US$2.000 millones» destinados a comprar esas mismas medicinas.
El diputado Paparoni aseguró el martes 5 de febrero que el embajador de Venezuela en Portugal intentó mover activos financieros depositados en la entidad Novo Banco por valor de US$1.200 millones hacia bancos uruguayos, pero que la transacción se había detenido para proteger «los recursos de todos los venezolanos».
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Paparoni dijo que desde el 23 de enero, cuando Guaidó se autoproclamó «presidente encargado», sólo en Europa se registraron transacciones en efectivos en cuentas del Estado por valor de 470.000 euros (unos US$531.000).
De momento, aún no está claro si el gobierno paralelo que dirige Guaidó tendrá acceso a ese dinero.
El diputado encargado de la «protección de los activos», Paparoni, afirma que dentro del llamado Plan País, guía de una eventual transición, hay un plan de emergencia social.
«Cuando cese la usurpación, ese dinero se usará para solventar la crisis que vivimos en Venezuela», asegura.
Pero por el momento, su primer objetivo es que no llegue a los bolsillos de Maduro.