Fuerzas navales de ambos países se preparan, en aguas del Mediterráneo, para un posible ataque a Siria. ONU pide evitar una situación fuera de control.
Eso sí, el presidente estadounidense Donald Trump se mostró evasivo este jueves sobre cuándo podría ordenar un ataque militar contra Siria.
Un día después de afirmar que «los misiles llegarán», el mandatario señaló en un tuit matinal que «nunca dije cuándo tendría lugar un ataque contra Siria. ¡Pordía ser muy pronto o nada pronto!»
Y agregó: «En cualquier caso, Estados Unidos, bajo mi gobierno, ha hecho un gran trabajo para deshacerse del ISIS en la región. ¿Dónde esta su ‘Gracias Estados Unidos’?».
El nuevo tuit de Trump parece rebobinar la belicosidad que exhibió el miércoles, cuando dio a entender a Siria y a su aliado ruso que un ataque estadounidense era inminente.
Ese tuit, posteado tras una advertencia rusa, versaba: «Rusia promete derribar todos los misiles que se disparen contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, porque llegarán, lindos, nuevos e ‘inteligentes’! ¡No deberían ser socios de un Animal Asesino con Gas que mata a su pueblo y lo disfruta!».
La espiral retórica entre Trump y Rusia genera temores de que el conflicto en Siria esté gestando algo incluso más serio con Estados Unidos y sus aliados occidentales de un lado y Rusia del otro.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exhortó este miércoles a las potencias mundiales a «evitar una situación fuera de control».
A su vez, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, dijo que el uso de armas químicas en suelo sirio es «sencillamente inexcusable», tras el presunto ataque con gases tóxicos en Duma.
«Algunas cosas son sencillamente inexcusables, más allá de cualquier límite, y en el peor interés no solo de la convención de armas químicas sino de la propia civilización», dijo Mattis ante el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara baja.
Por su parte, Rusia exhortó el jueves a las potencias occidentales a «reflexionar seriamente sobre las consecuencias» de sus «amenazas» de atacar Siria.
«Exhortamos a todos los miembros de la comunidad internacional a reflexionar seriamente sobre las consecuencias posibles de tales acusaciones, amenazas y acciones planificadas» contra el gobierno sirio, declaró la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova.
«Nadie ha otorgado el derecho a los dirigentes occidentales de atribuirse el rol de gendarmes del mundo, a la vez de investigador, fiscal, juez y verdugo», agregó la portavoz.
«Nuestra posición es muy clara y concreta: no queremos una escalada», aseguró. «Pero no soportaremos acusaciones falsas» añadió.
Los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, amenazan al régimen de Damasco con inminentes bombardeos en represalia por ese presunto ataque químico.
El ejército ruso afirma que el presunto ataque fue una «puesta en escena» de los Cascos Blancos, la organización de socorristas sirios, la primera en denunciar el ataque.
Además, Rusia denuncia una «pretexto» utilizado para lanzar una operación contra su aliado, Siria, y aseguró que derribaría cualquier misil lanzado contra este país.