Según la Dirección General de Migración y Extranjería de El Salvador, un grupo de 133 salvadoreños fueron deportados a su país tras quedar rezagados de la segunda caravana de migrantes que partió hacia Estados Unidos.
Buena parte de los migrantes retornados fueron atrapados tras separarse del grupo principal que atravesó el río Suchiate, frontera entre Guatemala y México.
Quienes lograron evitar el control migratorio caminaron hasta el pueblo fronterizo de Ignacio de Zaragoza, en Chiapas, México, para continuar su viaje a Estados Unidos.
Buena parte de la caravana avanza vigilado por las autoridades mexicanas y con la asistencia de varias organizaciones de protección a migrantes y de defensa de derechos humanos.
Además, miles de migrantes centroamericanos que se encuentran en el estado de Veracruz, México, se dirigen hacia el estado de Puebla, como escala previa a su llegada a Ciudad de México.
Hondureños, salvadoreños y guatemaltecos abordan camiones de carga para llegar al oriental estado de Puebla, puerta de entrada de la capital del país.
Cabe recordar que los 15.000 militares estadounidenses que se desplazarán hacia la frontera entre México y Estados Unidos no podrán capturar a ningún migrante centroamericano que pretenda llegar a EEUU.
Según indica la Ley Posse Comitatus (de 1978), los miembros del Ejército tienen prohibido llevar a cabo acciones que corresponden a las fuerzas del orden civil, como la detención o procesamiento de migrantes.
Tampoco tienen autorizado el uso de armas. Al respecto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que “no tenemos ninguna intención en este momento de dispararle a la gente. Sin embargo, ellos serán arrestados”.
Nielsen añadió que la participación de las fuerzas armadas busca dar “apoyo” a las agencias migratorias, algo permitido por la ley.
“Les daremos apoyo aéreo, logística, planeación, barreras de vehículos, ingeniería”, manifestó la secretaria de Seguridad Nacional en una entrevista con la cadena Fox News.
Así las cosas, los ingenieros militares tendrán el trabajo de identificar las rutas de los migrantes para instalar vallas que impidan su paso.
El jefe del Comando Norte del Ejército de EEUU, Terrence J. O’Shaughnessy, subrayó que en la llamada ‘Operación Patriota Fiel’ participarán tres batallones del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, además de efectivos especializados en aviación, tratamiento médico y logística.
Para definir las rutas del flujo migratorio, serán utilizados helicópteros Blackhawk con visión nocturna y sensores de movimiento y aviones de carga C-130 y C-17.
Estados Unidos y México comparten una frontera de 3.200 km por la cual el presidente Donald Trump pretende construir un muro.
A principios de año, el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) aseguró que el presidente de Estados Unidos le pidió USD 18.000 millones al Congreso para elevar el muro de 3.185 km que dividirá a EEUU con México.
El WSJ indicó que documentos del Departamento de Seguridad Nacional sugieren que el gobierno de Trump está gestionando unos USD 33.000 millones para gastar en la seguridad fronteriza con México.
Según explicó el diario estadounidense, Trump pretende distribuir el dinero entre la construcción del muro y el gasto que implicaría destinar 5.000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, que generarían gastos por unos USD 8.500 millones.