Mientras el calor supero los 50 grados en Canadá, han aparecido cientos de cuerpos de chicos pertenecientes a las naciones originarias: se descubren historias ocultas durante más de un siglo. Una serie cuenta la crudeza con la que se vive en las afueras de Montréal. Se cumplieron 50 años de Blue, ese álbum icónico de la excepcional Joni Mitchell.
Termómetro. En junio, Canadá batió varias veces su récord histórico de temperaturas altas: tocó los 50 grados de temperatura. Pandemia, calentamiento global, reavivamiento de viejos conflictos, hasta la ficción –y también las canciones de Joni Mitchell– se empeña en subrayar que no es un país perfecto. Ese lugar apacible y envidiado por su estabilidad en todos los sentidos atraviesa tormentas étnicas, lingüísticas e históricas.
¿Me escuchás? En tono de metáfora, en muchos casos despiadada, la serie M’entends-tu? (Netflix), protagonizada por tres mujeres jóvenes que viven en un suburbio de Montréal, provocan desde la lengua: hablan francés de Québec mezclado con un enigmático argot marginal. Es una comedia negra, con momentos de tragedia de quien no tiene oportunidades y, que cuando estas llegan, se vuelven imposibles de alcanzar. Capítulos con duración de sitcom nos sumergen en un barrio de violencia en general y contra la mujer en particular, alcoholismo, precariedad, racismo, pero también de lazo social, amor, risas y algunas pequeñas satisfacciones. “La pobreza es un problema internacional, por desgracia. Afortunadamente, también lo es la amistad”, escribió Florence Longpré sobre la serie creada en 2018 y emitida por primera vez en Télé-Québec. Ella es Ada en la pantalla y está acompañada por Fabiola –inmigrante haitiana– (Mélissa Bédard) y Carolanne (Ève Landry). La primera de las tres temporadas recibió cinco premios Gémeaux en 2019, la tercera, aún no está disponible aquí.
Carolanne mantiene una relación violenta con un hombre. “Queríamos que fuera respetuoso y bien hecho, que las mujeres víctimas se reconocieran a sí mismas”, explica Pascale Renaud-Hébert una de las guionistas junto con Longpré. Ambas acudieron a la organización SOS violencia conyugal, que ofrece muchas herramientas para las víctimas, los maltratadores y su entorno, se reunieron con mujeres que fueron víctimas. “Una serie es una forma de hablar de nuestros problemas, se convierte en una forma de terapia social”, explicó Claudine Thibaudeau, de SOS al diario lapresse.ca.
Diversidad interrogada. Hace pocos días, Canadá nombró a Mary Simon como su primera gobernadora general, la representante oficial de la reina Isabel II. El detalle clave: proviene de un pueblo originario. “Después de 154 años, nuestro país da un paso histórico”, dijo el primer ministro –siempre políticamente correcto–, Justin Trudeau. “No puedo pensar en una mejor persona para afrontar el momento”, subrayó. No es casual, el nombramiento cae justo cuando el país está enfrentando un durísimo ajuste de cuentas con su pasado casi reciente.
El hallazgo de más de mil tumbas sin identificar en las ruinas de internados indígenas convulsionó a todo el país. Hasta los 90, unos 150.000 jóvenes de distintas naciones originarias y mestizos fueron internados por la fuerza en 139 escuelas residenciales administradas por la Iglesia católica en nombre del gobierno canadiense. Más de 4.000 estudiantes murieron por enfermedades y actos de negligencia. También sufrieron castigos físicos, abusos sexuales y las consecuencias de la separación de su cultura y lenguaje. En las últimas semanas, más de una decena de iglesias fueron incendiadas en el país y fueron derribadas estatuas de las reinas Isabel II y Victoria de Gran Bretaña, quien reinaba en el país cuando se abrieron las primeras escuelas residenciales a fines del siglo XIX.
Simon es periodista y defensora de los derechos de los nativos inuit y presidente de la organización Inuit Tapiriit Kanatami. También presidió la Conferencia Circumpolar Inuit, que representa a ese pueblo en todos los países árticos, y la primera embajadora Inuk de Canadá en Dinamarca. Una de sus primeras tareas oficiales sería disolver el parlamento y llamar a elecciones anticipadas en septiembre, ya que el gobierno liberal minoritario de Trudeau está muy enfrentado con la oposición. Problemas sobran. Simon reemplaza a la primera nominada de Trudeau para el cargo, la ex-astronauta Julie Payette, quien renunció en enero acusada de acoso y mal comportamiento; un informe le adjudica “gritos, conducta agresiva, comentarios degradantes y humillaciones públicas”.
Trudeau visitó el 6 de julio la antigua escuela residencial de Marieval, en la provincia de Saskatchewan, donde la Primera Nación Cowessess anunció el mes pasado el hallazgo de 751 tumbas sin identificar. “Es una vergüenza que aquí en Cowessess, y en todo el país, los niños murieran debido a la política dañina de los internados escolares”, dijo Trudeau quien se disculpó por la política estatal del pasado. Los cuerpos fueron hallados en la Escuela Residencial Indígena Marieval, que funcionó entre 1899 y 1997 en el lugar donde se encuentra ahora la Nación Originaria Cowessess a unos 135 kilómetros al este de Regina, la capital de Saskatchewan. El jefe Cadmus Delorme de los cowessess dijo que las tumbas tenían lápidas, pero la Iglesia Católica, que regentaba la escuela, las retiró. “El papa debe ofrecer disculpas por lo que sucedió –pidió–. La disculpa es un paso en el camino hacia la sanación’’. “Fue un crimen de lesa humanidad, un asalto a las Naciones Originarias’’, señaló el jefe Bobby Cameron, de la Federación de Naciones Originarias Soberanas de Saskatchewan. El gobierno canadiense ha reconocido que los abusos sexuales y físicos eran frecuentes en esas escuelas donde se azotaba a los alumnos por hablar en sus propias lenguas.
La nueva jefa nacional de la organización que representa a la mayoría de los indígenas de Canadá, Rose Anne Archibald, declaró que su prioridad será la “recuperación” de los niños indígenas que desaparecieron en internados gubernamentales. Archibad fue elegida como jefa nacional de la Asamblea de Primeras Naciones (AFN) que representa a 643 de esos pueblos y que, a su vez, suman casi un millón de personas. En Canadá existen tres grupos étnicos aborígenes: las Primeras Naciones, los inuit (los habitantes del Ártico con una población de unas 65.000 personas) y los métis (unos 500.000 descendientes de las uniones entre colonos franceses y mujeres indígenas).
Poesía. En junio se cumplieron 50 años de la aparición de Blue, el histórico disco de Joni Mitchell, la gran cantante canadiense. Ella nació como Roberta Joan Anderson y fue criada en Saskatoon, Saskatchewan (sede de la Federación de Naciones Originarias). Aunque solo tenía 27 años cuando salió a la luz este disco, Mitchell ya había vivido padecimientos de sobra para saber cuánto sacrificio debía hacer una mujer para obtener su libertad en todos los planos. Sabía de los “anhelos de domesticidad, sin dormir, y sabía de las abuelas que arrancaban las puertas de las bisagras a patadas”, escribió Lindsay Zoladz en el New York Times. Sabía también que la maternidad habría sido demasiado difícil de compaginar con su vida de artista, y relató en carne viva su decisión de dar a su hija en adopción en la desgarradora canción Little Green.
Mucho dolor, piel dura, voces que vienen del pasado y del interior personal, sacan a relucir la vida de un país en apariencia, sin fisuras ni cicatrices. No es así.